Introducción


Esta afirmación de la dignidad

que nos dignifica todo

nace del coraje de ser diferente.


Eduardo Galeano




¡Ya he tenido bastante como icono gay!

Tengo tanto trabajo desde que salí del armario.

No paro de recibir papeles y mi carrera se ha despegado.

Estoy pensando en volver al armario,

pero no puedo porque está lleno con otros actores.


Ian McKellen




En un beso sabrás

todo lo que he callado.



Pablo Neruda 






Este libro se presentó el viernes 20 de octubre de 2017 en En Terapia resto bar cultural, del barrio de Balvanera, Ciudad de Buenos Aires (link presentación: http://bit.ly/NuecesyRefugios).

Este es mi segundo libros de cuentos y está dedicado a:

La memoria de Luis Iglesias, Carlos Trimarco, Tito Cebrelli, Aníbal Biyú García,

Oscar Vitelleschi, Carlos Jáuregui y Ángel Mijares, putos queridos, maricas hermosas.


Para aquellos gays que se animaron a ser, para aquellos que se aventuraron por la lucha de derechos, de justicia, por aquellos que mantienen la memoria, por aquellos hermosos seres que deslumbraron y deslumbran mi andar,

y que entendieron y entienden que es posible la igualdad real y la diversidad.

Para las maricas de cada punto perdido del país, de la región, del planeta,

que sienten que están solos. No lo están.


Para lxs compañerxs lesbianas, bisexuales y trans que cada día quieren construir un mundo más igualitario y no bajan los brazos porque saben que, como dicen Las Madres de Plaza de Mayo, “La única lucha que se pierde es la que se abandona”.


Para los inmensos amores que son un mágico recuerdo de mi vida,

a quienes les regalé mi pasión y mi locura, mis torpezas y defectos,

mi gloria y mi caos, y dejaron de actuar para darme amor.





Intro

Fueron caminos que se me dieron

y que no busqué.


Ilse Fuskova




"Yo tenía un amigo que de pequeño tenía un talento extraordinario para el piano, pero el padre se opuso por aquello de que el arte es cosa de afeminados. Hoy mi amigo tiene 60 años, es maricón y no sabe tocar el piano", le dice Diego a David en Fresa y chocolate. Me hizo ruido, tanto como que me llamo Diego y me hubieran llamado David. Nombres cercanos entrelazados en una frase de película. Ser o no serlo. Como el descaro de Pepito cuando se lanzó con su actuación en el Congreso de la Nación para acompañar la lucha de las organizaciones LGBT+, con el fin de lograr la aprobación de la Ley de Matrimonio Igualitario, en 2010, y gritó: “¡Habla marica! Marica… habla. ¡Habla marica!”. Aquellas palabras, escritas para un unipersonal, basado en el último instante de vida de Federico García Lorca frente a su verdugo, fueron un impulso más de cada pétalo de luz que tantas personas militantes por los derechos humanos y LGBT+ arrojaron al jardín de la igualdad. Pienso en “puto”, también, esa urticante y por momentos hiriente frase que tantas veces sonó y suena, pero que nos apropiamos como un estandarte de “no me importa lo que digás. Soy lo que soy”. Por ese entonces, Cibrián fue a la TV y habló de adopción para parejas del mismo sexo. “Calle o Pepe” fue una frase que a modo de loop se repitió para contar que era mejor adoptar a alguien para que viviera con él y con Santiago, su pareja, y no que esté en la calle, entre la marginalidad, los atropellos y las vejaciones que ya sabemos se dan cotidianamente.

Descubrí a Pepe Cibrián Campoy a través de las canciones de Sandra Mihanovich. “Por qué”, “Sola en mí” y “A vos ciudad”, por citar tres, fueron mi parte musical en mi proceso de visibilidad. La música me ayudaba a construirme. Por qué, me preguntaba por qué no podía decidirme a desatar tempestades y que todo esté vuelto al revés, por qué no me animaba a buscar un rincón de besos, un “te quiero”, por qué no pensar en alguien con toda la fuerza en mis entrañas, con toda el ansia de alguna noche y con los amores para sonreír madrugadas. Esas canciones fueron versos que me abrieron a un mundo singular porque estaba atrapado de deseos escondidos.

No tenía mucha idea de quién era Batato Barea hasta que lo descubrí junto con Urdapilleta y Tortonese, vaya a saber cómo y dónde, pero fue seguro en una charla de esas noches de adoquines sentado en el cordón a la espera del bondi. Lo cierto es que antes de verlos en un escenario con Sandra & Celeste, me lo crucé a Batato en el colectivo 99. Luego de mirarlo tanto, porque estaba seguro que era Batato, me bajé una parada antes, en la misma que se bajó. En el colectivo lo miraban, porque no era hombre ni mujer, se transformaba. Lo miraba también y, por esa razón, me bajé con Batato porque necesitaba que supiera que lo conocía, que era gay, aunque no se lo dijera –de hecho, era mi adolescencia vivida en silencio. Era la cuadra donde estaba el boliche Angel’s, que tiempo después sería el primer lugar al que me animé a entrar, frente a la morgue. Al bajar, le dije: “Disculpame, sos Batato”, y sin respiro le pedí que me escribiera algo en una pequeñísima agenda que tenía encima. “¿Qué te pongo?”. “Algo relacionado con el viaje”. “Para un pasajero del 99”, estampó, antes de su cariñoso “con afecto” y su firma/nombre. Nos dimos un abrazo-beso, y ya no lo vi más hasta que Sandra y Celeste fueron a la escuela en una serie de shows en vacaciones de invierno del 91, un año antes de mi visibilización completa. Poco después, salió “Solas en los bares”, y la historia que cantaba (canta) Hilda Lizarazu me llevaba (lleva) siempre a Batato. Esa canción la sigo asociando a Batato cada vez que la escucho, que es con cierta frecuencia, porque está entre mi playlist de cien canciones en voces femeninas de la música nacional.

“¿Qué más peligroso para el poder necio que aquellos que piensan? Marica soy yo, marica sos vos, marica somos todos aquellos que apostamos al amor”, leí que escribió Pepito en algún lugar, y hablar de él o de Batato, de Tortonese, de Urdapilleta, es hablar de las canciones de Sandra, de lugares como Morocco, El Dorado, Angel’s y Bach Bar, pasar por el Grupo Nexo, la revista NX y Gays DC, una etapa de desarrollo vertiginoso en mi formación y en mi sexualidad. Es pensar en Luis y en Carlos, los dos amigos de mi papá, compañeros en el Teatro Colón, o de Julito, el socio de los jefes de mi mamá en el Gran Hotel San Carlos. Es viajar en el tiempo a las canciones de Sandra, de Celeste Carballo, de Marilina Ross, de no tengo que dar excusas por eso, de saberme real en un mundo difuso, esa deconstrucción de mi vida pasada, cual personaje en la película Los secretos de Harry, para sentirme construido en esta vida de presente continuo. Es pensarlos, aquellos maricas con los que me topé, aquellos que se llamaban maricas tan felizmente como yo aprendí a llamarme puto. “Todo se construye y se destruye tan rápidamente que no puedo dejar de sonreír”, escribió, grabó y cantó Charly García. Fui parte de esta religión que tiene mucho de espiritualidad, de militancia, de provocación, y poco de adoración, que abrió caminos y laberintos por puentes invisibles hacia mi ser, ese que pregona Marilina y por el que navega vela al viento nuestra libertad de amarnos contra todo, a pesar de tiempos y de distancias. Aquellos maricas como Luis y Carlos, tempranas figuras de orgullo de ser, me dieron una luz de esperanza cuando sabía que sería un camino de muchas espinas y de piedras en llamas.

Ser gay fue una complicada autopista de sabores y de desilusiones, de aromas y de algunos perfumes falsos y baratos. Fue ese secreto mejor guardado hasta que una luz disparó la estocada: “Ser feliz o morir”. Y ahora miro atrás un poco y hace tanto que pasó. El tiempo pasó… el implacable, que muchas veces nos regala un sol que nos permite ser mejores, construirnos de una manera distinta y atravesar tempestades ya sin temor. Y aunque siempre fui libre e hice cosas que solo puedo vestir en cuentos y en poemas –a mi adolescencia la viví en silencio porque el amor era un sueño que escondía con miedo y el futuro el milagro que me sacó del secreto–, sé, supe entonces, que esa definición entre rayas, que compuso y cantó Celeste, me dio más energías para emprender el proceso de visibilizarme. No importa el tiempo, importa transitarlo y hacerlo alguna vez. Lejos quedó mi Reading o ese batallón de mariquillas de soldados que han venido a mariquillearme con cien maricas plomizos de pólvoras los maricas, y de maricas sus tiros. Maricas que han mancillado las falanges de Alejandro usándolas como símbolo sin saber que era un marica. Y matan como maricas al amor por pervertido, y ciegan los ojos niños y así no verán maricas. Maricas que me marican por mariquear fantasías que tildan de mariconas por no encontrarles sentido. Pelotones mariquitas que destrozan... ¡maricones! el corazón de este hombre con dignidad de marica, que cita Pepito, porque ya no enfrentaría fusilamientos, sino resurrecciones fénix.

Nueces en las fiestas. Refugios en el abrazo. Nueces y Refugios. Aquellas nueces para el amor que se visten en Mucho ruidos y pocas nueces (Much ado about nothing) de William Shakespeare –nada más alejado en la traducción y el significado de la comedia del dramaturgo– reflejan aquí la estridencia que cuenta la leyenda de las nueces haciendo mucho ruido en el ingreso a Amiens. Los refugios son para el amor, y no ese refugio que se desprende del cobijo entre dos seres que se aman, sino de hogar. Es más que el “Gimme shelter” que propone la canción. Es ese calor de pertenencia que se trasluce en la película Shelter. Estas nueces y estos refugios se entrelazan en veinticinco cuentos con historias gays, que suenan lindas en un día de lluvia. La lluvia como eslabón perfecto para estar entrelazado con alguien que proponga nueces para el amor y refugios de hogar. Ficciones de historias olfateadas, escuchadas, perdidas en mi inconsciente colectivo, donde es necesario contar de nuevo una vez más.

En este camino de derechos conquistados, pienso en aquellos que tuvieron que atravesar abismos, oscuridades, aislamientos. Luis y Carlos, que lo vivían con una naturalidad exquisita y que seguramente tuvieron sus espinas y llamas. Wilde, que escribió en De profundis que había hecho del arte una filosofía y de la filosofía un arte, y que ninguno de sus actos ni de sus palabras dejaron (ni dejan) de asombrar a la gente. Desde mi abismo, pude ver la luz en numerosas maricas que se animaron a ser lo que eran, en putos que se jugaron a pesar del dedo señalador, de la burla, de la opresión, de la permanente agresión. Fueron Carlos y Luis, fueron Jáuregui y Vitelleschi, Pedro y Biyú, Luisito y los tantos anónimos que admiraba y jamás les hubiera hablado de lo mío, García Lorca y Wilde, Milk, Zerolo y Lemebel, Perlongher, Peña y Puig. La alegría que ganamos hoy no es la que siempre nos acompañó, si no Federico no hubiera gritado que el pelotón tirara a su centro marica que dio a luz obras maricas y que su sangre reproduzca marica flores de colores nuevos que las verán mis maricas.

#NueceSyRefugioS. 25 cuentos gays para un día de lluvia puede ser una noche de plena luna creciente, un viaje en tren hacia un no lugar, una tarde de tortas fritas y de café negro a orillas de un mar nublado, los médanos perdidos de alguna playa de ocasión, el futón del living al calor del fuego, tirados en la alfombra, el parque con un mate amargo de compañía, o simplemente estar recostado sobre el pecho de alguien que lee con mucha calidez alguna de las páginas de este libro. El nacimiento de quien lee se paga con la muerte de quien escribe, sí Barthes, ese es mi deseo: que cada lectura se pague con mi muerte, que pueda tener muchas muertes, que cada lectora y cada lector se apropien de estas historias. Cuántas veces tendré que morir para ser siempre yo, sí Charly, lo sé: múltiples… Así que por eso brindo: por múltiples muertes para la multiplicación de lecturas. Y ahí sí, ya podré darme por feliz. Así es, querido compañero Carlos Jáuregui, ya no hay muerte que nos venza. Nunca.


Diego TL

Prólogo por Andrés Ruffini*

 



Las cosas que nunca dijimos aparecen todas juntas.

La verdad oculta ya no me persigue.

Esta noche nos dijimos cosas que nunca se hablaron.

Este tipo de entendimientos me hace libre.


Elton John**





Un cuerpo de veinticinco cuentos escritos desde un impulso militante. De eso se trata Nueces y Refugios. Pero sucede que no es una militancia clásica, la de las organizaciones, la de los movimientos; sino más bien de una militancia cotidiana, de ponerle el lomo a la existencia desde el lugar que a cada uno le es propio. Podría tratarse de un puñado de cuentos que pasan por la narrativa casi sin hacer ruido. Pero no. Estos pisan fuerte porque el amor es el motor que moviliza el deseo de quien se ha hecho eco de estas historias, de quien las vio nacer y las crio.

Por los ribetes de estas historias, tan cotidianas, que parecen sacadas de nuestra propia carne, se atraviesan un sinfín de hilos que conforman las redes de nuestro ser. Y al hablar del ser, necesariamente hablo de nuestra dimensión ontológica, de existencia. Es en esta dimensión donde los cuentos que aquí se presentan cobran la importancia que merecen para el puto porteño, para el provinciano, para el sureño y el norteño, para el de oriente y occidente. Para los gays que a fuerza de violencias nos movemos como hormigas rosadas a lo largo y a lo ancho de Argentina y de Latinoamérica. Menciono esto y dejo en total evidencia el manifiesto político de estos textos que pujan por el entendimiento y por la unidad latinoamericana, la ansiada y ansiosa Patria Grande que, aunque algunos no sepan, nos es desmesuradamente propia. 

En este existir marica que narra la pluma caprichosa de Diego Tedeschi Loisa se juega una conjunción de temporalidades que se ancla en nuestras propias vivencias, cualesquiera que estas sean. Hoy, en la sociedad de la instantaneidad y de la posverdad, la trascendencia de las nuevas tecnologías y el uso que se hace de ellas resulta fundante. Digo fundante porque establece las reglas de una nueva forma de arraigar lo vincular, de dinamizar la intersubjetividad para volver a lanzarla, pero siempre bajo el panóptico de lo establecido, del valor hegemónico de turno. Bien sabemos que, en nuestro universo gay, los mandatos estuvieron y están a la orden del día. Por eso este cuerpo de cuentos hace una suerte de denuncia de todo aquello que fue, que es y que podrá ser.

Cuerpo y corporalidad, una alianza de doble hélice un tanto peligrosa, que se cuela en el subtexto con ímpetu político. Reivindico que no somos cuerpos, que no somos un mero sistema biológico tirado en la faz de un planeta, sino que somos corporalidad intensa, la manifestación de esa interacción social, cultural, política, económica y de raigambre intersubjetiva, que nos permite leernos los unos con los otros y así vivir. Caminar el mundo, el más cercano, que es el nuestro, para transformarlo. Aquí la corporalidad es denuncia, se sale de la comodidad hegemónica para inmiscuirse en otras aristas que no son la regla y que necesariamente recuperan lo simple, lo sencillo, lo auténtico, lo perdurable. 

Todo empieza con la música y con las miradas, la gran constante de esta relatoría marica. Las grandes pasiones del autor, posiblemente. Pero qué interesante eje para que el azar retorne con su fuerza conquistadora a regir un poco nuestra vida obsesionada con las agendas, con el control y con la pauta. No jugar a lo seguro. Arriesgarlo y arriesgarse a que una mirada en un tren nos lleve puestos y nos arrebate un jirón de nuestro corazón. No solo de corazones estamos hechos, sino de cuerpo y de mente, de sentimientos, de tiempos y de espacios. Por eso la nostalgia y la melancolía serán moneda corriente en una vejez desvalorizada, que Diego reflota para volverla tema de debate. Para dignificar las canas y las arrugas, porque hablan de un pasado, de un ancestro. 

En esa vejez es cuando, quizás con más tiempo para recuperar la memoria, recordaremos la gran condición de nuestro andar militante: la clandestinidad. Sé y sabemos de lo oculto porque hemos permanecido más de la mitad de nuestra existencia en los confines de la oscuridad y de los placares. Acá entendemos, también, que aún pisa fuerte en nuestras identidades, como un virus mandatario que se interpone entre el deseo propio y las voces ajenas. También de esto dan cuenta los textos de Diego, porque si oímos las voces ajenas más que la propia, es porque el miedo ha calado hondo en nuestra progresista sociedad. 

Es hora de replantearse el amor. Comprender que la magia existe y está más viva que nunca en cada palabra que hablamos, en cada gesto que hacemos, en cada paso que damos. La magia es el gran componente de nuestra existencia y los cuentos que prosiguen son un fiel reflejo de ello. Magia, fantasía y, claro, los sueños. Sin ellos nada de esto tendría sentido. Porque si no soñamos entonces jamás podremos vivir un amor jujeño en las entrañas de la Túpac Amaru y luego despotricar contra la distancia geográfica que impone nuestra elección citadina. 

Creo que este libro es básicamente un manifiesto para arriesgarse. Para jugársela de una vez por todas y para romper con las opresiones (aun en aquellas oportunidades donde seamos los opresores y no los oprimidos), para desentrañar el orden establecido y para encontrar la voz propia. Despojarse de la ajenidad para encontrar lo propio y hacer lo propio. El camino no será fácil, la violencia será el mayor enemigo a vencer, incluso en los confines de nuestros putos vínculos. 

Bueno, nadie dijo que sería fácil, de hecho. Pero asumamos el compromiso que supone esta textualidad. Asumamos nuestros estigmas, puestos aquí como heridas sangrantes y dolorosas. Pensemos y pensémonos en función de nuestros refugios y vendavales. Los temas están: está el VIH, está el trabajo sexual y el maremoto de prejuicios que hemos fortalecido históricamente, está el fetiche y la obsesión, está el sexo exprés y la fascinación por lo desconocido. Por eso digo que Diego habla, en todo momento, de él y de nosotros. Habla de nuestras historias, de nuestro compromiso militante y de nuestra existencia existente contra viento y marea. Habla de amor y desamor, habla sobre dejar ir y dejar irse. Habla de recordar. De no olvidar. Habla de reencuentro. Invita al abrazo entre pares. 

Nueces y Refugios es eso. Una invitación a salirse del griterío ajeno. 



Andrés Ruffini




* Licenciado en Relaciones Públicas e Institucionales,

escritor y militante LGBT+.


** La estrofa fue grabada por Elton John y es autoría de Bernie Taupin

(autor del 90 % de las canciones del astro pop).






Foto de Andrés by Walter Brizuela

Foto de los dos by Andrés Ruffini


Texto de la contratapa por Lucía Berasueta*

 

Desplantar para desandar esas raíces


que ciñen esos mitos que dicen qué es lo correcto,

cuál es la manera de decir, cuál es la manera de amar…

El amor, atravesado a lo largo de la historia

por las prohibiciones, por los miedos, por las censuras,

por los prismas que muestran de una forma diferente algo que sentimos…

ese impulso, ese latido irrefrenable del amor

que se nos hace carne o a veces se nos hace letra.


Vida Morant



¿Qué puedo decirte para ofrecerte un nuevo contrato de lectura? ¿Cómo invitarte a pasear por estas hojas? ¿Qué resaltar para engancharte en la magia de este libro? Ya sé. Puedo hablar de la importancia de que cada historia sea contada no solo por los hechos o por los personajes, por los espacios físicos o por los temporales, por las relaciones cruzadas o simples, sino por las identidades que se cristalizan en ellas.

#NueceSyRefugioS, 25 cuentos gays para un día de lluvia nos da la oportunidad de viajar, de conocer, de sensibilizarnos, de concientizarnos mediante pequeñas prácticas, de conocer y de reconocer música y referencias históricas para la diversidad sexual que durante décadas ha venido movilizándose y organizándose para concretar todo su esfuerzo en mejorías para la comunidad LGBT+.

Experimentarás y recorrerás más de 25 historias gays porque cada una se enlaza con la otra, hermanadas en la visibilidad y en la lucha contra la discriminación. Conocerás más de 25 escenarios, ciudades, localidades, pueblos, bares, departamentos, ríos, playas y médanos, rutas argentinas, viajes, charlas interminables, miradas intensas, silencios profundos, reflexiones internas, metidas de pata, miedos imposibles, sufrimientos, insultos, calenturas, besos apasionados, abrazos y más.

#NueceSyRefugioS es un libro para leerlo acompañadx, solx, en grupo, en pareja, con amigxs, junto con compañerxs, con familia, con quien vos quieras.

Pasá, abrí la puerta, permitite disfrutar, conocer, conocerte y conocernos en la diversidad que somos y nos expresamos.

 

Lucía Berasueta





* Comunicadora y activista LGBT+.


Apostillas al margen de la editora

 


Lucía Berasueta es activista LGBT+, comunicadora, compañera y quien se encargó de revisar, sugerir, criticar y definir los cuentos que integran Nueces y Refugios. 25 cuentos gays para un día de lluvia.

Como hice con Neyda Pitt, para los textos de Tres de un par imperfecto. Cuentos a la crema, Lu recibía cada cuento, los leía, proponía salidas, tachaba, proponía cosas para reescribir, editaba y, al final, tiraba una apostilla. 


Así que les compartimos aquellas devoluciones de Lu, junto con parrafitos que eligió para una exposición que hicimos el día de la presentación (20/10/17), con las fotos outtakes de la sesión de tapa, a cargo de Paz Gustavo Dellacasa, con los modelos Mauro y Ulises.



ENCUENTRO EN EL TREN (LAS MANOS)

"Sin ningún movimiento más que el de su piel".

¿Hablas solo en masculino para destacar la presencia de los chabones y lo que el personaje mira con más atención? Si es así, podrías darle una justificación y mencionar que solo mira chongos porque blablabla... Si no, metí "x"!

 

MIRADAS EN JUJUY (SOLO MIRADAS)

"Era una excusa que no daba pie a titubeos".



Uffff, más amores con desencuentroooooos. Tedeschiiiii, 

por diooooor!!!

 



CAMINO A DIVAN

"Quizás por eso, buscándose a sí mismos, se encontraron".



Me regustoooooo. Es complejo el contrapunto de ambos en las acciones y cómo se van moviendo y desplazándose. 

Lo hablamos el otro día... pero me encanta la idea de la historia desarmándose en el medio, contando todo, y con un principio y con un fin que es tan simple como la pregunta con la respuesta que cierra el encuentro. GE-NIAL.

 

PASIVOS

"No supe qué decirles, no supe qué preguntar, no quise preguntar ni qué decir ni qué responder".



Me encantó. Capaz lo haría más perverso diciendo que la primera persona (quien narra todas las historias y los puteríos), al final, es el que después de una noche de alcohol y de sexo, sin saber con quién/es... como para romper más lo "cuidadoso" que se puede ser por otro/s y no por unx mismx...


Amé lo de pasivos, jajaja. Solo para entendidos. NI EN PEDO SE COGÍAN, JAJAJAJA.

 

DESTELLO

"Pero en sus ojos había amor y un eterno gracias".

Lo nombraría en singular, fue un gran destello todo... Ufff fuertísimo! Esas cosas místicas que pueden ser naves, energías y buena gente que hacen magia en la vida de una... 
Cuando leí la parte del audio de la secretaria dije: "¡Cagamos! ¡Y noooo! ¡¡¡Bieeeeen!!!".
 Aguante la "A" de todas las "A" que hay en los vínculos.

 


SOLDADXS (CARTAS DE AMOR)


"Como ese secreto de amor que guardaron tantos años".




A "Dos soldados" me atrevería a cambiarle el nombre y que sean tres; Julia es una soldada en defensa de esa historia de amor!!! 

Me gustó muchísimo, quizás describiría un poco más como ella se posiciona ante la lectura, cuando encuentra la caja y la abre, va una a una leyendo el intercambio. 

¿Se sienta? ¿Se prepara una taza de te? ¿En los momentos en que las cartas suben de tono sobre los encuentros sexuales se siente incómoda? ¿Opta por tomar algo más fuerte y seguir con la lectura?

Amo a Juliaaaaa!!!!!

 



LOS ANILLOS

"Había una frase como en un español antiguo y dos iniciales".



Me gustó mucho. Sobre esta idea se podría hacer un cuento/novela más extenso jugando con las historias que se crean las personas que encuentran los anillos, y entre medio de las historias que esté el relato real de la pareja..., pero que nadie sepa, o quizás hasta el final, quien tiro los anillos ni cual es la historia.

Me gustó cómo se iban entrelazando las historias, me gusta ese repique que hacés con las historias jugando en paralelo y a la par.

 

PEUMANGEN FELEPE

"No se describió como "gay, me gustan los hombres".


Casi en tiempo real... Solo toqué unas cositas. Qué confianzudos que son los putos, ¡¡¡eh!!! ¡Jajajaja!

 

 

EL PIBE

"A ver si bajás un cambio".




"El pibe" es uno de los tuyos, ¡innegable! ¡Jajaja! Cuántos idas y vueltas... 

Y repito, qué facil el garche y la trampa para los putos, por favaaaar.

 

EN LA FRONTERA

"¿Por qué no puedo disfrutarlo así? si esos quince minutos fueron la gloria".



Me gustó, metí una recomendación, quizás para darle un destaque a la frase que se repite tanto en la historia que es el:  “¿Cómo estás? Todo bien. Tato. Luciano" dejándola sola debajo, o en negrita o algo, porque está bueno en el sentido de que los dos tienen ese temor de la reiteración de una frase super trillada. 

 

LA CASITA DEL BOSQUE

"Aunque durmieran en camas o en habitaciones separadas".

Me copo la idea de "reconstrucción de pareja". De todas formas me parece que describiría un poco más de elementos: cómo era la casita, para darle más la calidez de casa y hogar, al principio, y después, algo más de dejadez -como ellos tuvieron entre sí-.

  

LA CONFESIÓN

"Otro mate y empezó a delinear esa carta que jamás le entregaría".



Hice un par de recomendaciones de tipo visuales, ya que es una carta tan elaborada, ¿por qué no jugar con eso en el armado del texto...? También puse un par de preguntas sobre el final, respecto a cómo dobla la carta de tres hojas, que podría quedar desprolija, aunque no creo que Lalo se lo permita, y qué es lo que hace con ella. 

Debo decir que me rompiste el corazón: viejo, puto y peroncho, daaaale, ¡¿con qué necesidad?!

 

JONÁS

"Tampoco quería tener una relación con alguien que fuera una especie de trabajador sexual".

Esta historia me suena conociiiiiiiiiiiiiiiiiiida (agudito ese "conocida", ¡eh! jajaja). Solo toqué unas cositas de palabras. Si te hacés el guarro, tenés que serlo en todo el cuento. FIN.

 

 

LA VIDIRERA (EDIFICIOS Y CHONGOS)

"Esa voz seca y directa no hizo más que avivar su fuego".

Me suena la mezcla perfecta entre el gil y alguna ficción montada. 

¡¡¡Me encanto la riña en el telo!!!

 

 

SUIPACHA

"Eugenio tuvo vergüenza y se subió rápido al auto".












Me reeeeeegustó. Buenos detalles y buenas pasadas por alto. Lo que sí sugerí, en una parte, es que metas un poco más el tema de la temporalidad, más o menos a qué hora llegaron, a qué hora se encuentran lxs cuatro de nuevo en el bar, si era algo pautado o sucedió de casualidad. Cosas más como internas del grupo... 

 

 

BENTEVEO

"Sus labios como un sello".



Liiiiiindooooo, amé la fantasía y cómo se disparaba todo a cualquier lado, solo por ver a alguien que ni idea. 

Si en vez de decírselo, ¿no se lo escribe en un papel?, y remonta a la escena del papel que no era de él, como diciendo "¿¿¿Otra vez este chabón me trae un papel del piso que nada que veeeer???".

Igual también me gusta que le hable. Rompe el mito...

 

13

"Una mañana de lluvia, de esas furiosas lluvias que azotaban la ciudad de vez en cuando, decidió que no trabajaría más".





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TODO LOPIA

"Le dijo que no, pero que no tenía malo ser gay y que casi una vez prueba".

Me gusto, toqué algunas cositas... Lo que sí me parece interesante es la idea de que se haga pasar por otro, pero ¿es excusa?, ¿es miedo?  ¿Quién es en verdad? 
 

 

FINA ESTAMPA

"Decidieron esperar a verse para no agotarse en una masturbación virtual".

Me gustóooooo, pero que cagón, cheeeee. ¡¡¡Era un jueguito no mas!!! ¡Jajajaja! Lo que sí no termino de comprender es el título. Si me lo explican, capaz me cierra, pero si no jugaría con el labial rojo, o con la transparencia, ¿qué decís?


DOS-ESPIRITUS

"Xavo lo tocó por lo bajo. Sintió que Alan también estaba ardiente".



Me encantóoooo, me puso la piel de gallina, como viste... Me encanta que comience por lo que sería el final, la segunda historia y después retome el inicio de ellos. 

Lo único que destaqué es la parte de la riña que termina en el disparo y en el ingreso de la bala. Me dio la sensación de que la segunda parte del cuento se super entiende quiénes son y de dónde vienen, y en el caso de la primera parte está un poco más confusa. Principalmente, le daría un lugar de destaque al momento de la bala, quizás con descripción de ambientes, el tema del calor de la sangre en las manos del compañero que lo toma en brazos, etc. Me parece que desde ese lugar más descriptivo puede conectar más fuerte con el viaje al pasado.

 

ENSAYO GENERAL

"Le llegaron los mensajes con una oferta".


"Por eso yo te pido que vayas a misa, todos los domingos, todos los domingos", ¡jejeje! 

Me hizo acordar a eso. Quizás jugaría más con los detalles del viaje en moto, que después del pánico en el ascensor y lo enojado que estaba, el otro chabón, de todas formas, le ofreció llevarlo porque lo vio saturado. 

¿Cómo fue ese viaje? ¿Pasó algo? ¿Hablaron? ¿Fue solo subirse y llegar a destino? ¿Qué pensaban uno del otro? No sé, anoté muchas de estas cosas en el texto. Fijate a vos qué te parece, quizás querés que solo circule la historia y que ese viaje sea superficial.

 

ALGUNOS MÉDANOS SABEN LA VERDAD

"Ese perpetuo pensamiento que a los dos los había acompañado durante veinte años".

Me gustó, auuuunque te hice un par de anotaciones hacia el final. Principalmente me dio la sensación de que faltó algo. Dejé unas ideas para ver si te interesa retomarlo, sino el final es correcto, muy tranquilo, pero viste que yo soy hincha, ¡jajajaja!

 

EL ARCA

"Nano fingió una risa, pero no podía apartarse de su pesadumbre".


Solo hice anotaciones respecto a la salida del recital, que me resultó un tanto confusa, o como que faltaba información, y sobre el encuentro en el subte: quién se acercó a quién, si hubo juego de miradas, sonrisas, cómo fue todo. Un poquitito más de detalle. 

Si se siente lo pesado de la lluvia y de la amargura del recital pasado por agua, quizás haría una referencia a sus zapatillas repletas de barro y desbordantes de agua por todas partes acompañando el cielo que se caía abajo y su frustración por el recital fallido y por el recuerdo de su tío.

 

LADO B (LO QUE VES NO ES LO QUE HAY)

"Aunque solo sea una flor".

Qué masticado y qué claro que tengo estos personajes de "Lado B", che, que coincidencia (ponele muuuuucho tono irónico, jajaja). 

Es duro y me copa que sea así, amo la analogía rock que metés, ¡muy vos! 

No se si te gustaría hablar más de un "lado B" de Charly y de un "lado A" que te cope, y que tenga que ver con esta historia de idas y vueltas. Quizás para darle lugar a esa fantasía doble de amor y de rock, de que gusten y se enamoren de vos como también de que Charly esté presente y lea tus cuentos. ;) 

 

QUÉ LINDO AYER VER LA MAÑANA DE HOY

vacío

sin saltar al

falsos te quiero

¡Me encantóooooooo! Quizás daría un cierre de nuevo, similar a algo que mencionaste en uno de los fragmentos de las historias que contás. 

"Si te encontrás en estas líneas es porque quizás estás. Forzar las palabras y los recuerdos no hará que seas más real que cada una de estas fechas de calendario. Si te encontraste, estás, no le des más vueltas". O una cosa así...